martes, 22 de mayo de 2012

Vivan nuestros Úteros Creadores! Viva la Gran Diosa que vive en cada una de nosotras!


Actividades del 19 al 26 de Mayo de 2012 en Argentina

La agenda de actividades para este mes de mayo es amplia y se desarrolla en distintas partes del país en torno a la demanda por un postnatal de seis meses para todas/os:

- Sábado 19 de mayo, 15 horas, Centro Cultural Islas Malvinas (Calle 19 y 50), La Plata: actividades diversas solicitando Licencia por Maternidad de 210 días para toda la Argentina, Entrada libre y gratuita
- Sábado 19 de mayo, 18 horas, centro de la ciudad de Córdoba, Concentración en frente de Patio Olmos, microcentro. Consigna: por un Postnatal de seis meses para todas/os
- Sábado 19 de mayo, 15:30 horas, Manifestación, Plaza Sicilia (Sarmiento y Libertador), Capital federal, Consigna: “Por un postnatal digno para todos/as”, organiza: Las Casildas (www.postnatal6meses.blogspot.com).
- Martes 22 de mayo, 18 horas, Perú 160, Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal. Conferencias sobre “¿Cuánto vale el nacimiento de nuestras hijas e hijos?, organiza: Relacahupan Argentina
- Viernes 25 de mayo, 18 horas, movilización por los derechos del parto/nacimiento en la Plaza José Hernández de Villa General Belgrano, Córdoba
- Sábado 26 de mayo, 15 horas, charla-debate “Las cesáreas Innecesarias y los PVDC en la Economía del Sistema de Salud”, Callao 360 (Hotel Bauen), Capital Federal, organiza: Parimos (www.parimos.blogspot.com.ar)


Sitios de interés

http://www.dandoaluz.org.ar/
http://www.partohumanizado.com.ar/
http://www.partolibre.com.ar/Principal.html
http://www.relacahupan.net/argentina/index.html”

 Extraído de http://extension.unicen.edu.ar/salud/?p=151

Semana Mundial del Parto Respetado 2012 del 21 al 27 de Mayo

Es en este mes de Mayo, que desde el año 2004, y por iniciativa de la Asociación Francesa por un Parto respetado (AFAR.), se celebra la Semana Mundial por el Parto Respetado.
Esta iniciativa surge como una necesidad ante la falta de atención que los diferentes prestadores del servicio de salud de los distintos países han hecho en relación al informe sobre “Tecnología de Parto Apropiadas”, confeccionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Conferencia Internacional de Fortaleza, Brasil, entre el 22 y 26 de Abril de 1985, cuyas conclusiones se expresan en forma de 16 Recomendaciones aplicables a los servicios perinatales en todo el mundo, reconociéndose diferencias entre los distintos países y regiones en que se apliquen. Las mencionadas Recomendaciones de la OMS han sido actualizadas en Cuidados en el Parto Normal: Guía Práctica de 1996 y Principios de la Organización Mundial de la Salud acerca del cuidado perinatal: Guía esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto del año 2001.
El objetivo de esta conmemoración es llevar el tema de la humanización y el respeto en el parto y el nacimiento a los diferentes medios de comunicación, como estrategia para que la población en general se informe, debata y reflexiones sobre algún tema específico relacionado con el parto o el nacimiento, el cual se determina como lema de la semana.
En Argentina la aludida semana ha sido declarada de interés nacional por el Senado de la Nación y cuenta con el auspicio del Consejo Nacional de la Mujer. Este año el lema es “El nacimiento y la economía” (¿cuánto vale el nacimiento de nuestros/as hijas/os?)

Parir: en busca del saber olvidado/expropiado
     Cuando un movimiento novedoso comienza a recorrer el útero, promediando el tercer mes de embarazo, las mujeres nos preguntamos por la forma en la que ese/a niño/a saldrá de nuestro cuerpo. Cuando el embarazo ha sido deseado, casi todas nos emocionamos al sentir la onda de vida que recorre nuestro vientre. El parto aparece como una escena que comienza a inquietarnos y comenzamos a preguntar a una amiga, a nuestra madre, a hermanas y primas, por el nacimiento de sus hijos/as.
Pese a la masiva aparición de revistas y programas de radio y televisión, por no hablar de los sitios de internet dedicados al tema embarazo/parto/nacimiento/crianza, nuestra desinformación e ignorancia con respecto a lo que ocurre en el parto y nacimiento de nuestros/as hijos/as es sobrecogedora. Comparadas con las mujeres campesinas y con la experiencia de mujeres indígenas que viven a una prudente distancia de la modernidad, o, comparadas con nuestras abuelas (las que parieron a sus hijos en la década de 1920), las modernas y liberadas mujeres poseen un desconocimiento abrumador de su cuerpo y el de sus hijos/as a la hora del parto y el nacimiento. Contra la (bienvenida) lucha por ganar control sobre nuestras vidas, por medio del acceso de posiciones de trabajo jerarquizado, a posiciones políticas de poder, a los estudios universitarios, independencia con respecto a nuestro tutores (padres, hermanos o esposo) y la autonomía económica, se yergue como símbolo contradictorio y paradójico de una época la casi absoluta falta de control que poseemos sobre nuestros cuerpos y el de nuestros hijos/as cuando los parimos asistidas por la “moderna” tecnología biomédica.
En Argentina los porcentajes de nacimientos por cirugías mayores ronda en 50% en las clínicas y sanatorios privados; pero no baja del 35% en los hospitales públicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que por tratarse en parto/nacimiento de un proceso fisiológico (es decir, normal) la cifra de cesáreas no debiera superar el 8%. Recomienda a los estados controlar el sobre-uso de la cirugía mayor por los efectos nocivos y los riesgos que implica este procedimiento para la salud de la madre y del/a niño/a.
Nuestra Historia
La Antropología Biológica ha mostrado hace bastante tiempo de qué manera la fisiología femenina de nuestra especie (homo sapiens sapiens), hace unos 40 mil años, lidió con el proceso evolutivo que supuso la adopción de la posición erecta que redujo el canal de parto y demandó el nacimiento prematuro de la cría humana. Nuestras ancestras descubrieron que la posición en cuclillas o semi-erecta era el modo más inteligente para garantizar el nacimiento exitoso de sus crías. Este saber bio-cultural fue transmitido de unas a otras a través de cientos de generaciones instalándose como una clase singular de tradición femenina de origen fisiológico. Esta tradición de la hembra homo sapiens sapiens garantizó no sólo la sobrevivencia de nuestra especie y su multiplicación sobre la faz de la tierra, sino la existencia actual de cada uno/a de nosotros/as.
Hace sólo unos 150 años Europa se propuso intervenir de manera sistemática sobre el cuerpo femenino grávido sometiendo y descalificando el saber que sobre el parto/nacimiento dominaban las comadronas o parteras y las propias mujeres. La medicina y los hospitales en pos de combatir la locura y las pestes que asolaban Occidente, anularon las tradiciones femeninas que se organizaban en torno al embarazo, el parto y el nacimiento de niños/as. Los fines más explícitos eran garantizar la sobrevivencia cada vez más amplia de las crías humanas capaces de conformar sociedades de masas, poblaciones sujetas a gobierno, comenzando a regir su existencia desde su nacimiento. Intervenir sobre el cuerpo femenino era imprescindible para tamaña empresa.
La sexualidad femenina organizada erógenamente en torno al útero, su anatomía, su fisiología, las emociones y conocimientos que allí anidan, había sido atrofiada e inutilizada hacía varios siglos antes del surgimiento de la Obstetricia y de las técnicas de gobierno del parto/nacimiento. La disociación de nuestro propio cuerpo y del deseo que lo constituye; la ignorancia sobre sus procesos, sus requerimientos, sus placeres, lleva varios siglos de reinado.
Entonces hoy
No es casualidad entonces que la cesárea sea actualmente el mejor modo y el más seguro de traer niños/as al mundo. No es raro que sean las propias mujeres las que soliciten que las anestesien, les abran el vientre y les retiren a sus propios hijos de sus cuerpos. Incapaces, por ignorancia históricamente gestada, de controlar su útero desconocen el modo de acompañar el movimiento ondulante que atraviesa su cuerpo, semejante a un orgasmo, y que posibilita el descenso lento y placentero del/a niño/a. Como advierte Casilda Rodrigañez, con un útero contraído por generaciones de represión sexual, nuestros úteros espásticos y (f)rígidos sólo conocen dolores (menstruales) y contracciones (en los partos). La ola orgásmica del movimiento embriagador que de un útero “consciente” emerge, es para nosotras una fantasía. Ese movimiento embriagador acompañó buena parte de la experiencia sexual de las hembras de nuestra especie. El parto y el nacimiento, como una buena cantidad de psicoanalistas y psicoterapeutas vienen diciendo, forman parte de nuestra sexualidad.
Aun ellas
El hecho de que las últimas mujeres a ser incorporadas a los sistemas biomédicos de asistencia del parto/nacimiento sean las indígenas y campesinas es un signo revelador. La mayoría de ellas se resiste a lo que vulgarmente suele llamarse “medicalización” del parto/nacimiento; paren a sus hijos escondidas de los agentes sanitarios, asistidas por parteras y comadronas, algunas veces con nefastas consecuencias para su salud derivadas de la situación de clandestinidad. Para estas mujeres es evidente que el embarazo, el parto y nacimiento de sus hijos/as constituyen hitos fundamentales de su sexualidad y saben que buena parte de su bienestar deriva del control que sobre su cuerpo y sexualidad ejercen en aquel trance vital. La agenda del moderno movimiento de las mujeres se vería ampliamente enriquecido si fuera capaz de dar lugar a esta rica experiencia femenina indígena y campesina.
Ellas son una guía y un testimonio vivo de saberes, placeres y poderes aún a la mano de muchas mujeres que, junto con nuestras madres y abuelas, hemos perdido el camino a “casa”, a nuestros cuerpos, a nuestros úteros donde late el deseo y la vida. Cuando decidimos ser madres, al fin…, embarazadas, pariendo, amamantando a nuestros/as hijos/as, mirándolos a los ojos llenas de amor, estamos ejerciendo una faceta de nuestra sexualidad, quizás la menos comprendida de esta moderna época. Los deseos y sentimientos que esta faceta produce ameritan y demandan cuidado, respeto, libertad, conciencia, responsabilidad. Si los aparatos e instituciones bio-médicas son capaces de ajustarse a ello, entonces generan vida, si no lo hacen, atan, adormecen, cortan, manipulan, penetran, matan.


Dra. Laura Zapata
Facultad de Ciencias Sociales – UNICEN
Av. del Valle 5737 – B7400JWI
Olavarría, provincia de Buenos Aires, Argentina
Tel. (54-2284) 450115 / 450331 int. 312


Extracto extraído de http://extension.unicen.edu.ar/salud/?p=151

lunes, 14 de mayo de 2012

ORACION DE LAS MUJERES GUARDIANAS DE LA MADRE TIERRA


Mi corazón de mujer es rociado
con el dulce néctar de sanación
que la Madre Cósmica me entrega

...En este momento soy parte del Círculo Sagrado de Mujeres de Luz,
y unida a mis hermanas, activo mi fuerza espiritual para irradiar energía amorosa a través de mis manos y mi conciencia.

Te pido Madre Cósmica que bendigas mis manos y las manos de mis hermanas en todo el mundo para poder canalizar aquí y ahora tu Luz Sanadora hacia la Madre Tierra.

Ayúdanos a despertarnos como Mujeres Sagradas, guerreras del Amor, defensoras de la Vida.

Acompañada por la Fuerza espiritual de todas mis hermanas
envuelvo a la Tierra en una Luz intensamente Violeta
y la limpio de todas las heridas.

Libero en este instante su dolor y sufrimiento
y envuelvo a la Tierra en una serena Luz Rosada,
llenando de vibración amorosa cada rincón de este planeta.

El poder gestante de mi útero se une al poder gestante de los úteros de mis hermanas, y entre todas formamos un círculo sagrado de protección para la Madre Tierra.

Estando juntas y conscientes de nuestro poder femenino unificado, nuestro Amor es un arma concreta, más poderosa que cualquier arma de guerra.

Abro en mis circunstancias actuales canales hacia la Gracia Divina.

Me comprometo a Ser Guardiana de la Madre Naturaleza, amando y cuidando todo lo que la Diosa ha creado en la Tierra.

Me comprometo a mantener viva esta oración día tras día,
fortaleciendo el Círculo de Mujeres de Luz.

A través de mis actos cotidianos me comprometo a
sembrar Amor en la Tierra.

Nûr Mar